En la calidad de la carne de las sardinas influyen dos factores: el grado de frescura y la época del año en la que se degustan. Su mejor momento es el verano, cuando las sardinas presentan un mayor índice de grasa, lo que acentúa el sabor y aroma de su carne. Desde julio hasta octubre las podemos encontrar en mercados, bares, casas y como no, en playas, a la plancha, asadas, fritas rebozadas, en escabeche, en aceite, en ensalada o con tomate. Para que un plato de sardinas esté en su punto, el secreto es que sean muy frescas, y el truco es que siempre estén jugosas.
Al consumir frutas y verduras dentro de su calendario natural conseguimos una serie de ventajas que de consumirlas fuera de la misma no tenemos.
La naranja es el fruto del naranjo dulce, árbol que pertenece al género Citrus de la familia de las Rutáceas. Esta familia comprende más de 1.600
especies.
El género botánico Citrus es el más importante de la familia, y consta de unas 20 especies con frutos comestibles todos ellos muy abundantes en vitamina C, flavonoides y aceites esenciales. Los frutos, llamados hespérides, tienen la particularidad de que su pulpa está formada
por numerosas vesículas llenas de jugo.