Entre las temáticas que se abordaron han estado: la nueva cartera de servicios profesionales, la necesidad de una eficaz gestión de la oficina de farmacia, la fidelización de pacientes/clientes, el coaching, la utilización de las nuevas tecnologías (Farmacias 2.0), las recientes medidas políticas introducidas a nivel nacional y autonómico, el sistema retributivo actual, la importancia de una correcta comunicación con los medios y de una buena proyección de la Farmacia, y lo que opinan de nosotros otros agentes del contexto profesional y social (administración, médicos, enfermeros y pacientes).
Las conclusiones de las Jornadas han sido:
- Se ha de evidenciar ante la Administración, y ante otras entidades, la capacidad de ahorro y mejor gestión de los pacientes que ofrecen los farmacéuticos comunitarios.
- Los nuevos servicios han de permitir al farmacéutico ofrecer su valor añadido como profesional sanitario.
- En cada oficina de farmacia hay un equipo de personas que marcan su propia identidad. Su formación, sensibilidad e implicación activa deben estar centrados en el paciente.
- Es clave disponer de un plan de negocio para desarrollar servicios de calidad, pero estos deben ser remunerados.
- La cartera de servicios debe ser el medio para llegar al fin último, que es la optimización de la farmacoterapia.
- Fidelizar a nuestros pacientes y a nuestros clientes es una oportunidad que requiere contar con una base de datos actualizada, para poder segmentarlos, interaccionar y satisfacer así todas sus necesidades de salud.
- Es fundamental usar las nuevas tecnologías como un medio para mejorar la gestión de la oficina de farmacia, buscando la satisfacción del usuario y mejorando su experiencia en la farmacia.
- El desarrollo personal y del equipo de una oficina de farmacia son pieza clave para producir el cambio que necesitamos, con el objetivo de crear equipos de alto rendimiento, conformados por líderes.
- Hay que trabajar con partners en la farmacia, que ofrezcan soluciones integrales y completas, adaptadas a la realidad de cada farmacia.
- La comunicación desde la oficina de farmacia tendrá la necesidad de trabajar intensamente con:
- La sociedad, a través del cara a cara y de los medios de comunicación. Las instituciones públicas, sanitarias y económicas, para ofrecer de manera concreta servicios de valor y relevantes para la sostenibilidad del sistema. La farmacia tiene una oportunidad clara en la comunicación de su valor como “centro de salud”, vinculado a solucionar problemas concretos y colaborar con el sistema sanitario.
- Internet es una herramienta, no un fin en sí mismo, que puede dinamizar la incorporación de la farmacia al proceso de cambio cultural hacia la sociedad-red que experimenta de forma irreversible nuestro entorno.
- Hay fortalezas que son claves e irrenunciables, como la confianza y la capilaridad.
- Los Colegios deben propiciar el uso de internet y de las redes sociales, controlando la calidad de los mensajes, que deben orientarse hacia el fortalecimiento de la relación con el entorno y la confianza de los ciudadanos en el farmacéutico.
- La salud de la Farmacia no puede ponerse en peligro. La responsabilidad del farmacéutico es hacer bien su labor; la de la Administración es hacerla posible.
- Hoy el gasto público en medicamentos no es un problema en sí, está totalmente controlado y es inferior al de los países de la Eurozona, incluso al de algunos de ellos cuya economía está intervenida.
- La Atención Farmacéutica y los servicios profesionales farmacéuticos son la clave de la sostenibilidad del servicio farmacéutico de calidad a la población.
- El sector de la oficina de farmacia debe reflexionar y definir un plan sobre su solvencia, entendida como la capacidad de crecer profesional y económicamente en un entorno de contracción de precios de los medicamentos y de presupuestos sanitarios.
- El farmacéutico debe ser el asesor en medicamentos para otros profesionales sanitarios.
- La farmacia debe unirse a grupos multidisciplinares para un mejor control sobre todo de pacientes crónicos y polimedicados.
- Existe una tendencia en el Sistema Nacional de Salud de incorporar medicamentos innovadores en la Farmacia Hospitalaria, de precio más elevado, que puede poner en peligro la viabilidad de la oficina de farmacia tal y como la conocemos actualmente.