En la ponencia se trataron los principales factores que afectan a la sexualidad, entre los que se encuentran, los biológicos, los psicológicos, los socioeconómicos, los culturales o de tipo ético y religioso, entre otros. Por otro lado, la ponente también abordó la conocida como “respuesta sexual humana”, a la que definió como “un conjunto de reacciones del cuerpo cuando se experimenta una conducta erótica”. En este sentido, Carmen Jurado aclaró que existen diferencias entre la respuesta sexual femenina y la masculina dependiendo, además, de qué elementos interfieren en su percepción como puede ser el cerebro, los genitales, la piel o los sentidos.
En cuanto a disfunciones sexuales, la ponente se detuvo en la conocida como dispareunia (sensación de dolor) y en el vaginismo. En este línea apostilló que “si se percibe algún tipo de disfunción, es conveniente no repetir la conducta sexual ya que puede desembocar en un empeoramiento del dolor”.
En otro apartado, expuso los cambios más frecuentes que se dan con la edad, por ejemplo: disminución del deseo o estimulaciones más lentas, “cambios que no conllevan el final de la sexualidad ya que las necesidades cambian con la edad y aumentan otros factores claves como pueden ser la madurez, la experiencia o el cambio general de nuestras conductas eróticas”. Un ejemplo de ello puede ser la etapa menopáusica que “conlleva cambios fisiológicos pero no de sensibilidad externa”, según Jurado.